Haikú 4
02/11/2018
He visto que tu piel es mi vestido… Justo mi talla, ni más ni menos; ni una arruga, ni una estrechez.
Como si me hubiesen secuestrado las sílfides y con sus sonidos me hubiesen mantenido dormida sin tiempo definido. Hasta que un día comienzo a ver una belleza indescriptible en los tonos...
Hoy fuimos dos conocidos extraños… Hablar de banalidades cuando sólo… —¡Tengo sed de ti! me provoca desazón y otra vez el n… porque, otra vez, las condenadas e…
Pum pum, pum pum, desbocado latiendo, suplica vida. Un varón, Alejandro, esperanza y amor.
Donde se extravía el horizonte y c… Cuando estallan los colores a punto de dormir al sol. Justo allí, se pierden mis pensam… Contemplo anonada la Magia y surg…
El carmín de sus labios conjugaba… Sugerente, con matices afrodisíaco… Un hilo rojo invisible, dispuesto… Contacto visual sostenido. Feromonas en el aire inhaladas pro…
Escondido tras las letras de mi pluma, ves los versos pasar. Inmóvil, sin que nadie te descubra
Dicen los mayores que los cuentos de hadas no existen. Prefiero darle voz a la niña que llevo dormida dentro y mirar con esa mirada ingenua y crédula de la infancia y encontrarme en los...
Un sentimiento intenso me turba y expande a ratos. Similar a una especie de Libertad coartada, que al extender mis alas,
Amelie, una promesa de tiempo. Tiempo que no existe. En cambio, el cáliz de su sangre,… Un aquí y un ahora sin
Tal vez somos sólo simples piezas de un gran ajedrez universal. Y por más que nos empeñemos en creer que gobernamos y decidimos nuestras vidas, cuando los astros se alinean, y brilla un...
Almas apesadumbradas van y vienen desordenadamente, frenéticamente, inconscientes. Sin saber sus verdaderos propósito… Luchando contra el tiempo.
Miles de pensamientos, que toman fuerza, y pueden ser infinitos, alrededor del recuerdo de una sola emoción, basada en una experiencia. ¿Y si decidiéramos sentirlas profundamente, para...
Yo vi el mar contenido en sus ojos… Conocí en ellos su calma y torment… Me zambullí y exploré los misterio… Nadé contracorriente y me quedé ingrávida
Mudas palabras se escuchan con miradas. Silencio cómplice de febril antojo en cuerpos y almas desnudas.