Atardece brisa al sonido del ave
fénix que renaces del sol,
el cielo esconde secretos
el viento los guarda bajo su refugio silencio
Pimpollos del jazmín pequeño,
violetas de un oscuro sendero
bajo la tenue luz se enciende
el manto de un beso ardiente
Raíces de un árbol naciente
cera de una vela durmiente,
quiebra el silencio de tu mirada
una mueca en tus labios mi amada,
tímidas mejillas me declaran tu amor
yo lo he de guardar en mi corazón
El fuego de un día se apaga
nuestros rostros no se separan
dichosa la luna es testigo
del comienzo de nuestro destino.