Un cuento
Deslizando sobre el piano
notas de casualidad,
otras más ligeras,
transparencia, realidad...
Inventasteis este juego
para así no sentir más,
ese nudo en la garganta,
los problemas al tragar.
Le vendisteis a la forma
vuestros chances de soñar,
ahora vagáis desalmados
sin momento ni final.
Víctimas del tiempo
mis hermanos del lugar,
traicionando al subconsciente
para así poder mirar,
a los ojos de la gente
sin tener que masticar.
Mis pecados permanentes
me los tengo que tragar,
con los vuestros no hago muecas,
sigo quieto sin parpadear.
El reflejo de la vida
no se debe negociar.
Realidades bien distintas
no comprendo este frenar,
los momentos en la vida
son lo único al final.
Quiero compartir,
pero no puedo,
quiero decir sí,
sabiendo que no debo.
Quiero abrazarte,
prometerte que todo
será ameno,
romperte las cadenas
para que sientas
los te quiero.
Liberarte de la
pesadilla de tu sueño,
sin explicar el por qué,
lo siento, te juro Señor
que me duele bien dentro,
pero es la esencia de lo que
niegan los Sargentos.
Escápate conmigo
y te lo cuento.
