Cargando...

Mundo y mundos

Salgo a la calle y escucho el sonido andante
De un radio a todo poder, una bocina aullante
Ancianos andando por la aceras contando sus perdidas primaveras
Tiempos que no volverán ve también a las abuelas
Abuelos, a velos, velos a vuelos
Que van a tiempo lento y es bueno saberlo
Que no les falta nada, sólo esperan su momento
Para dormir en un descanso eterno
 
Veo esa chica que sale cada día
En el mismo carro con la misma melodía
Y ese joven que al verla salir suspira
Esperando poder confesarle algún día
Ese amor inmenso que por ella siente
Y veo en la esquina a un indigente
Que pide monedas sentado en la acera
Y su niña en casa que hambrienta lo espera
 
Gente que sale a almorzar entre las palomas del parque
Vuelven a paso lento aunque ya sea tarde
Para volver a esas cuatro paredes habitadas cada tarde
Donde vivirán por siempre hasta que su tiempo se acabe
Y esa familia que sale a pasear en domingo
El padre tratando de hacer algo distinto
Pensando en el futuro de sus hijos y cómo puede ayudar
Mientras su esposa piensa en la traición que no podrá perdonar
 
Una chica en el gimnasio destruyendo sin piedad
Su cuerpo perfecto mientras otra no para de tragar
Un chico en la iglesia buscando la verdad
Y una anciana le pregunta “¿Qué hace acá?”
Dos a punto de casarse, otros dos divorciandose
Una pareja en plena cita y la otra peleándose
Una chica que por dinero vende su cuerpo
Y otra que por “amor” se lo entregó a un pendejo
 
Ese pobre que se acaba de enterar
Que su novia con otro lo engaña
Y la rabia que siente no puede ocultar
Pensando en dejarla o en otra artimaña
Mientras el amante cada noche disfruta
Del cuerpo de la susodicha y de sus besos
Mientras ella tranquila en su mente corrupta
Nunca se imaginó que sabrían de ellos
Personas y gentes en este mundo sin fin
Y cada una sabe lo que hace aquí
Pero una verdad más ya te voy a decir
Lo que haces te puede construir o destruir
Debes pensar más en lo que estás haciendo
Date cuenta que escuchas, o que estás hablando
Sin importar lo que hagas recuerda algo cierto
Todos somos distintos y el mundo sigue girando.

Otras obras de Antonio Castañeda...



Top