Me gusta estar en lugares alejados escondidos a plena vista; camino hasta acá para encontrar una inspiración distinta que no puedo hallar debajo entre el desapego escandaloso; al descansar tus pies en el aire se vislumbran sombras familiares, casi puedes tocarlas, se esconden y se recrean, es como si fueras a vivir por ellas ; el cielo y sus matices siempre tan perfectos te tranquilizan y te vuelves capaz de asumir el costoso paso del tiempo; arriba tienes una vista panorámica de la “pequeña” ciudad, con montañas que parecen algún día nos van a encerrar, el eco de sonidos que ya no existen retumban en los picos de la sierra, te acurrucan; el beso noble de la brisa te provoca el sueño, deseas ser uno con el viento, y solo ahí, en ese efímero y benévolo entendimiento, te sientes listo para dar el gran salto hacia la oscuridad
Todo es tan tranquilo aqui, en los lugares alejados.