Vistió mi juventud oro y brocado. En su copa de púrpura embozada, la mano sobre el pomo cincelado de su sutil y florentina espada, la blanca pluma del chambergo al v…
Prenda sobre tu seno esta rosada r… ebria de brisa y ebria de caricia… para que su alma entera se deshoje… sobre la roja y virgen flor de tu… Tu hermana Primavera cante un ari…
Para mí tu recuerdo es hoy como la… del fantasma a quien dimos el nomb… Yo fui bueno contigo, tu desdén no… pues no me debes nada, ni te repro… Yo fui bueno contigo como una flor…
Te haré una rima de encaje con sut… cantaré a tus ojos puros una canci… y soñaré con el coro de tus cabell… mañana primaveral. (...)
Pálida, en la penumbra de un fugit… igual que un lirio triste al claro… te miré en una noche, desnudando e… ropaje coronado por tu melena brun… Me acerqué... Desflorando mi boca…
(...) Por el jardín de primavera yerra una brisa suave... (...Era su rubia cabellera como el ala de un ave
¡Oh, cómo te miraban las tinieblas… cuando ciñendo el nudo de tu abraz… a mi garganta, mientras yo espolea… el formidable ijar de aquel caball… cruzábamos la selva temblorosa
Fue como un cisne blanco que se al… y se aleja, suave, dulcemente por el cristal azul de la corrient… como una vaga y misteriosa queja. Me queda su visión. Era una vieja
El viejo campanario toca para el rosario, Las viejecitas una a una van desfilando hacia el santuario y se diría un milenario
A Francisco Guarderas Hermano, si me río de la vida y su… notarás en mi risa cierto rezo de… sentirás las espinas que hay en to… comprenderás que casi mis flores e…
Oh! tarde dolorosa que con tu ciel… finges las alegrías de un declinar… ¡Tarde! Las hojas secas en su dol… van llenando mi alma de un angusti… La risa de la fuente me parece ser…
Mi juventud se torna grave y seren… un vespertino trozo de paisaje en… la ebullición sonora de aquel prim… primaveral, deshízose lentamente e… Tu risa de oro, de cristal, de pla…
Era un sueño muy dulce y lejano... En la verde y floreada alameda con la vaga tristeza de un piano se juntaba el frúfré de tu seda. El camino era largo; las flores,
La pena… La melancolía… La tarde siniestra y sombría… La lluvia implacable y sin fin… La pena… La melancolía… La vida tan gris y tan ruin.
En el blanco cementerio fue la cita. Tú viniste toda dulzura y misterio, delicadamente triste… Tu voz fina y temblorosa