¿Dónde está aquella audacia blanca… que imperativa, enérgica y audaz tiraba un guante al rostro de la M… y este nombre tenía: ¡Siempre Más… La que de pie, la mano en la cader…

Entro a mi casa fatigado bajo la ley del diario y mísero trabajo que seca la espontánea flor del po… de ensueño... ¡Y siempre así!...… a lo más puro y libre de mi ser,

En una antigua urna cantó un grill… Decía: “en la cabeza de tu hermano levanto un canto rápido y lozano y me sirve de atril cráneo amarill… Por furtiva rendija entré en la fr…

¿Qué te importa, señor, pues que e… la sinrazón de mi afligido labio? Tu maestro de vida fue la acción y compañero ocioso el corazón. ¿Para el molino el ala activa al v…

Cuando contemplo mi presente estad… y aquello que tenía y lo que hacía… llamo al buen tiempo de vivir, pas… pues todo lo de ahora es cobardía. Pero a veces no sé qué cosa hermos…

Cantaba: “Salud, día del verano diáfano, salud mies erguida y río lleno de cisnes, y salud, hermano cuyo labio es corola con rocío; álamo ceniciento en el camino,

II Majestuosos, sombríos, colosales, eucaliptos vibrantes en el viento, protegiendo en las tardes otoñales la humildad del camino ceniciento

Con el casco opulento alta la test… recta y firme, el mirar como soñad… sobre extendida garra la otra pues… y ola de hierro el cuerpo recostad… por su actitud de contenido empuje

No el laborioso hierro que en el c… labra inmortalizada despedida grabará el nombre oculto que emanc… con vida oculta de postrera vida. Lápida sin leyenda me anticipo,

Hospitalario y fiel en su reflejo donde a ser apariencia se acostumb… el material vivir, está el espejo como un claro de luna en la penumb… Pompa le da en las noches la flota…

¿Árbol por qué floreces?... ¡Qué p… pregunta y qué pregunta sin razón! Pero he dicho otras veces: juvenil corazón ¿por qué lloras, corazón? ¿Árbol por qué floreces?... ¡Oh, q…

Cuando en las fiestas vago en el s… desde las tierras altas la mirada de albatros tiendo a la ciudad car… de hombres, la lado del Estuario t… Como en una visión de grandes vall…

Cuando nuestro silencio se deshoje como en ociosa mano un crisantemo, ya no será mi voz esa que escoge para decir su angustia el bien sup… Y si otra vez en esta vida blanca

Sonó una campanada lenta y honda en la tétrica noche, en el acecho del tiempo. La sentí profunda y ho… cual manos que golpeasen en mi pec… Y así decía: ¡un año se ha extingu…

Dime por qué estás pálida, ¿has so… esos sueños que son presentimiento de ausencia?... Yo quisiera oír tu… siempre y que no te vayas de mi la… Dime por qué estás pálida, ¿has ll…