Hoy estás en los brazos de mi feroz imaginación brazos que han matado brazos con que tapo mis ojos con un gesto de lobo

soñé con un perro con un perro desollado cantaba su cuerpo su cuerpo rojo s… pregunté al otro al que apaga la luz al carnicero

Nadie te va a abrir la puerta. Si… Insiste. Al otro lado se oye música. No. E… teléfono. Te equivocas.

Suficientes razones, suficientes r… Bajo ellos, no más grande que ello… Suficientes razones, suficientes r… Suficientes razones para mirar por… Poderosas razones para antes y des…

VII Toda la palidez inexplicable es el… Travesía de muralla a muralla, el abismo es el párpado, allí naufraga el mundo

Frente a mí ese rostro lunar. Nariz de plata, pájaros en la fren… ¿Pájaros en la frente? Y luego hay rojo y todo lo que la tierra olvida.

ah mon maitre me has engañado como el sol a sus… prometiéndome un día eterno todos… de lo inexacto me alimento y toda el agua de los cielos es in…

Es fría la luz de la memoria lo apenas entrevisto brilla con insistencia gira buscando el casco de botella o el charco de lluvia

La lentitud es belleza copio estas líneas ajenas respiro acepto la luz bajo el aire ralo de noviembre

El mar pliega las alas al atardece… tú no eres sino una pálida burbuja navegando al golpe del aliento, un negro trino, el sol que sale en el centro del p…

Se fue el día, las escamas del sueño giran. Todo desciende, la noche es el tedio. En el desierto, a oscuras,

Deseos, piedras, cielo a jirones, ni un ave. Estoy huyendo. Una nueva montaña, un río joven, sin ira.

II Estréchame las manos, la única luz que nos queda, no me dejes olvidada en la cima de una ola.

¿Cómo fue ayer aquí? Sólo hemos alcanzado estos restos, el vaso que ilumina con su lejano… el pájaro herido en el esmalte al… Llegamos con la puntual indiferenc…

VIII Despierto. Primera isla de la conciencia: un árbol. El temor inventa el vuelo.