#Argentinos #PremioCervantes #SigloXX #1923 #FervorDeBuenosAires
Abulgualid Muhámmad Ibn-Ahmad ibn-Muhámmad ibn-Rushd (un siglo tardaría ese largo nombre en llegar a Averroes, pasando por Benraist y por Avenryz, y aun por Aben-Rassad y Filius Rosadis...
Siempre lo cercó el mar de sus may… los sajones, que al mar dieron el… ruta de la ballena, en que se aúna… las dos enormes cosas, la ballena y los mares que largamente surca.
Desde el crepúsculo del día hasta el crepúsculo de la noche, un leopardo, en los años finales del siglo XIX, veía unas tablas de madera, unos barrotes verticales de hierro, hombres y mu...
En España, y aun aquí, en la Argentina, se puede conversar todavía. A mí me gusta conversar con los “chauffeurs”, con los mozos de café... En España yo he estado conversando con un past...
Tantos años huyendo y esperando y ahora el enemigo estaba en mi casa. Desde la ventana lo vi subir penosamente por el áspero camino del cerro. Se ayudaba con un bastón, con un torpe bas...
Mi propósito es comentar los versos más patéticos que la literatura ha alcanzado. Los incluye el canto XXXI del Paraíso y, aunque famosos, nadie parece haber discernido el pesar que hay...
El olor del café y de los periódic… El domingo y su tedio. La mañana y en la entrevista página esa vana publicación de versos alegóricos de un colega feliz. El hombre viej…
Alta en la tarde, altiva y alabada… cruza el casto jardín y está en la… luz del instante irreversible y pu… que nos da este jardín y la alta i… silenciosa. La veo aquí y ahora,
Creo que “ser feliz” es algo muy raro, ocurre muy pocas veces. La felicidad se encuentra generalmente en el pasado y eso es, por supuesto, una forma de desdicha presente. Por otra parte...
Antes la luz entraba más temprano en la pieza que da al último patio… ahora la vecina casa de altos le quita el sol, pero en la vaga s… su modesto inquilino está despiert…
Me habré cruzado con él En una esquina cualquiera. Yo era un chico, él era un hombre. Nadie me dijo quién era. No sé por qué en la oración
Tras los fuertes barrotes la pante… Repetirá el monótono camino Que es (pero no lo sabe) su destin… De negra joya, aciaga y prisionera… Son miles las que pasan y son mile…
Dejar un verso para la hora triste Que en el confín del día nos acech… Ligar tu nombre a su doliente fech… De oro y de vaga sombra. Eso quis… ¡Con qué pasión, al declinar el dí…
Madre antigua y atroz de la incest… borrado sea tu nombre de la faz de… Tú que arrojaste al círculo del ho… la alta proa del viking, las lanza… En la Torre del Hambre de Ugolin…
En el decurso de mis muchas, de mis demasiadas conferencias, he observado que se prefiere lo personal a lo general, lo concreto a lo abstracto. Por consiguiente, empezaré refiriéndome a...