#Argentinos #PremioCervantes #SigloXX #1923 #FervorDeBuenosAires
Alta la voz y animosa como si cantara flor, hoy, caballeros, le canto a la gente de color. Marfil negro los llamaban
Tarde que socavó nuestro adiós. Tarde acerada y deleitosa y monstr… Tarde cuando vivieron nuestros lab… El tiempo inevitable se desbordaba sobre el abrazo inútil.
El panteísta irlandés Escoto Erígena dijo que la Sagrada Escritura encierra un número infinito de sentidos y la comparó con el plumaje tornasolado del pavo real. Siglos después un cabal...
Una espada, una espada de hierro forjado en el… una espada con runas que nadie podrá desoír ni descifra… Una espada que los poetas
El capricho o imaginación o utopía de la Biblioteca Total incluye ciertos rasgos, que no es difícil confundir con virtudes. Maravilla, en primer lugar, el mucho tiempo que tardaron los ...
El porvenir es tan irrevocable como el rígido ayer. No hay una co… que no sea una letra silenciosa de la eterna escritura indescifrab… cuyo libro es el tiempo. Quien se…
En el segundo patio la canilla periódica gotea, fatal como la muerte de César. Las dos son piezas de la trama que… el círculo sin principio ni fin,
Hacia 1905, Hermann Bahr decidió: «El único deber, ser moderno». Veintitantos años después, yo me impuse también esa obligación del todo superflua. Ser moderno es ser contemporáneo, ser...
Fuera de Emma Zunz (cuyo argumento espléndido, tan superior a su ejecución temerosa, me fue dado por Cecilia Ingenieros) y de la Historia del guerrero y de la cautiva que se pr...
Despachadas las cartas y el telegr… camina por las calles indefinidas y advierte leves diferencias que n… y piensa en Aberdeen o en Leyden, más vívidas para él que este laber…
La amistad silenciosa de la luna (cito mal a Virgilio) te acompaña desde aquella perdida hoy en el ti… noche o atardecer en que tus vagos ojos la descifraron para siempre
Acaba de publicarse en París una nueva edición, texto latino y versión francesa, del “Elogio de la locura”, de Erasmo de Roterdam, uno de los libros más afamados y menos leídos de la li...
Qué dicha para todos los hombres, Islandia de los mares, que existas… Islandia de la nieve silenciosa y… Islandia de la noche que se aboved… sobre la vigilia y el sueño.
Recabarren, tendido, entreabrió los ojos y vio el oblicuo cielo raso de junco. De la otra pieza le llegaba un rasgueo de guitarra, una suerte de pobrísimo laberinto que se enredaba y de...
Alta en el alba se alza la severa faz de metal y melancolía. Un perro se desliza por la acera. Ya no es de noche y no es aún de d… Suárez mira su pueblo y la llanura