(1816 - 1879)
#Argentinos #PremioCervantes #SigloXX #1977 #HistoriaDeLaNoche
El madrejón desnudo ya sin una sed… y la luna perdida en el frío del a… y el campo muerto de hambre, pobre… El coche se hamacaba rezongando la… un galerón enfático, enorme, funer…
Hoy, nueve de setiembre de 1978, tuve en la palma de la mano un peq… de los trescientos sesenta y uno q… para el juego astrológico del go, ese otro ajedrez del Oriente.
El tema de hoy será el budismo. No entraré en esa larga historia que empezó hace dos mil quinientos años en Benares, cuando un príncipe de Nepal—Siddharta o Gautama—, que había llegado ...
Entre mi amor y yo han de levantar… trescientas noches como trescienta… y el mar será una magia entre noso… No habrá sino recuerdos. Oh tardes merecidas por la pena,
Afuera hay un ocaso, alhaja oscura engastada en el tiempo, y una honda ciudad ciega de hombres que no te vieron. La tarde calla o canta.
Aunque de ejecución menos torpe, las piezas de este libro no difieren de las que forman el anterior. Dos, acaso, permiten una mención detenida: La muerte y la brújula, Funes el...
Soy leñador. El nombre no importa. La choza en que nací y en la que pronto habré de morir queda al borde del bosque. Del bosque dicen que se alarga hasta el mar que rodea toda la tierra...
Me crucifican y yo debo ser la cru… Me tienden la copa y yo debo ser l… Me engañan y yo debo ser la mentir… Me incendian y yo debo ser el infi… Debo alabar y agradecer cada insta…
En el centro de Europa están cons… El hecho data de 1291. Se trata de hombres de diversas es… Han tomado la extraña resolución d… Han resuelto olvidar sus diferenci…
Los hombres inventaron el adiós po…
Mis libros (que no saben que yo ex… son tan parte de mí como este rost… de sienes grises y de grises ojos que vanamente busco en los cristal… y que recorro con la mano cóncava.
En el fondo del sueño están los su… noche quiero perderme en las aguas… que me lavan del día, pero bajo es… aguas que nos conceden la penúltim… late en la hora gris la obscena ma…
El poniente impecable en esplendor… quebró a filo de espada las distan… Suave como un sauzal está la noche… Rojos chisporrotean los remolinos de las bruscas hogue…
Amamos lo que no conocemos, lo ya… El barrio que fue las orillas. Los antiguos, que ya no pueden def… porque son mito y esplendor. Los seis volúmenes de Schopenhaue…
A.—Distraídos en razonar la inmortalidad, habíamos dejado que anocheciera sin encender la lámpara. No nos veíamos las caras. Con una indiferencia y una dulzura más convincentes que el f...