(A María Kodama)
#1976 #EscritoresArgentinos #LaMonedaDeHierro
A nadie puede maravillar que el primero de los elementos, el fuego, no abunde en el libro de un hombre de ochenta y tantos años. Una reina, en la hora de su muerte, dice que es fuego y ...
Yo, que tantos hombres he sido, no… aquel en cuyo abrazo desfallecía M… Gaspar Camerarius, en Deliciae P…
Las cárceles me parecen abominable…
La imagen de aquel pueblo lapidado y execrado, inmortal en su agonía, en las negras vigilias lo atraía con una suerte de terror sagrado. Bebió como quien bebe un hondo vin…
Toda lectura implica una colaboración y casi una complicidad. En el Fausto, debemos admitir que un gaucho pueda seguir el argumento de una ópera cantada en un idioma que no conoce; en e...
La espada morirá como el racimo. El cristal no es más frágil que la… Las cosas son su porvenir de polvo… El hierro es el orín. La voz, el eco. Adán, el joven pa…
Más vil que un lupanar la carnicería rubrica como una afr… Sobre el dintel una ciega cabeza de vaca preside el aquelarre
No he recobrado tu cercanía, mi pa… Lo más lejano del firmamento las d… Se han desprendido de las altas co… Vienen del patio donde el aljibe e… Vienen del creciente jardín cuya i…
Vuelve a mirar los arduos borrador… de aquel primer soneto innominado, la página arbitraria en que ha mez… tercetos y cuartetos pecadores. Lima con lenta pluma sus rigores
De las muchas doctrinas que la historia de la lilosofía registra, tal vez el idealismo es la más antigua y la más divulgada. La observación es de Carlyle (Novalis, 1829); a los filósofo...
Mi destino es la lengua castellana… El bronce de Francisco de Quevedo… Pero en la lenta noche caminada, Me exaltan otras músicas más íntim… Alguna me fue dada por la sangre—
El aljibe. En el fondo la tortuga… Sobre el patio la vaga astronomía del niño. La heredada platería que se espeja en el ébano. La fuga del tiempo, que al principio nunca…
El Mississippi canta; el Mississippi es uno de los ríos más cantores del mundo. Arthur Palmer Hudson, profesor en la Universidad de North Carolina, ha recorrido las orillas y las ciudad...
Lo dejo en el caballo, en esa hora… crepuscular en que buscó la muerte… que de todas las horas de su suert… ésta perdure, amarga y vencedora. Avanza por el campo la blancura
Sé que he perdido tantas cosas que no podría contarlas y que esas perdiciones, ahora, son lo que es mío. Sé que he perdido el amarillo y el negro y pienso en esos imposibles colores com...