#Argentinos #PremioCervantes #SigloXX #1981 #LaCifra
En los campos de Antelo, hacia el… Mi padre lo trató. Quizá cambiaro… Unas parcas palabras olvidadas. No recordaba de él sino una cosa: El dorso de la oscura mano izquier…
Me crucifican y yo debo ser la cru… Me tienden la copa y yo debo ser l… Me engañan y yo debo ser la mentir… Me incendian y yo debo ser el infi… Debo alabar y agradecer cada insta…
Quiero saber de quién es mi pasado… ¿De cuál de los que fui? ¿Del gin… que trazó algún hexámetro latino que los lustrales años han borrado… ¿Es de aquel niño que buscó en la…
Hay que arrimar una escalera para… ¿Qué podemos buscar en el altillo sino lo que amontona el desorden? Hay olor a humedad. El atardecer entra por la pieza de…
Librada la batalla de Clontarf, en la que fue humillado el noruego, el alto rey habló con el poeta y le dijo: —Las proezas más claras pierden su lustre si no se las amoneda en palabras....
De las generaciones de las rosas que en el fondo del tiempo se han… quiero que una se salve del olvido… una sin marca o signo entre las co… que fueron. El destino me depara
El madrejón desnudo ya sin una sed… y la luna perdida en el frío del a… y el campo muerto de hambre, pobre… El coche se hamacaba rezongando la… un galerón enfático, enorme, funer…
La doctrina romántica de una Musa que inspira a los poetas fue la que profesaron los clásicos; la doctrina clásica del poema como una operación de la inteligencia fue enunciada por un r...
La clara muchedumbre de un ponient… ha exaltado la calle, la calle abierta como un ancho sue… hacia cualquier azar. La límpida arboleda
Arrasado el jardín, profanados los cálices y las aras, entraron a caballo los hunos en la biblioteca monástica y rompieron los libros incomprensibles y los vituperaron y los qu...
En un desierto lugar del Irán hay una no muy alta torre de piedra, sin puerta ni ventana. En la única habitación (cuyo piso es de tierra y que tiene la forma del círculo) hay una mesa d...
Escrituras de luz embisten la somb… La alta ciudad inconocible arrecia… Seguro de mi vida y de mi muerte,… Su día es ávido como el lazo en el… Su noche es tregua de la ira en el…
Nadie podrá olvidar su cortesía; era la no buscada, la primera forma de su bondad, la verdadera cifra de un alma clara como el día… No he de olvidar tampoco la bizarr…
La candente mañana de febrero en que Beatriz Viterbo murió, después de una imperiosa agonía que no se rebajó un solo instante ni al sentimentalismo ni al miedo, noté que las carteleras ...
Oh días consagrados al inútil empeño de olvidar la biografía de un poeta menor del hemisferio austral, a quien los hados o los a… dieron un cuerpo que no deja un hi…