¿Es el amor el que pesa un kilo
y cuesta ochocientas lágrimas?
¿O es la tristeza disfrazada de felicidad temporal?
Ya han dicho que lo que no te mata,
solo te hace más fuerte;
pero fortalecidos por demás están tus hombros,
que cargan el pesar de una vida de penas.
Y la estafa del ilusionista,
quien solo quería divertirse,
mientras tu ya habías gastado tus ojos en él.
No creo que sea ni amor, ni tristeza;
más bien es la continuación de tu vida,
dándote una lección más,
la lección más importante
y la más dolorosa de todas:
estás solo tú, y con eso debería bastarte,
ni ilusionistas, ni payasos,
ni reyes, ni princesas, solo tú,
persiguiéndote a ti.
Si no das cuenta de esto te matarán.
Abrirán tu pecho, enceparán tu alma,
se comerán tu ser y luego te olvidarán.
Estás sola, y si no lo aceptas,
no lograrás sobrevivir al mañana.