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Las huella del hombre

Nace, Salvador en este instante
que la noche nos cubre de tinieblas.
Ahora que hay premura de esperanza,
de caminos, urgencia de luciérnagas.
Nace el aura.
Al pie del Sur
con la fuerza del rayo
o en la raíz de las flores apagadas.
Hay inquietudes
que mueven las montañas
e inquietud es tu muerte inadmisible.
Nace a la luz de tu pueblo cercenado
para ordenar el cause de los ríos
peinar la infidelidad del tiempo.
En fin ... tu rabia crece en los volcanes
y en las piedras profanadas
en la burla paradojal por los ausentes.
Vuelve al fruto inagotado,
vuelve al germen vivo
a la célula estimulante de tu plática.
Nace oasis desde el Norte por su cabeza
atribulada
y el desierto deshidrata las memorias
con afán de soledades.
Vuelve de las manos mortales de la piedra.
Haz de tu símbolo un grito y no una lágrima,
de tus viudas la palabra que desvela.
Asalta la ternura de la vida.
Y vuelve en el descuido de la siesta
donde descansa el puñal
que te ignora cada día.
Preferido o celebrado por...
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