#Españoles #Mujeres #SigloXIX #SigloXX Carolina Coronado
El corazón, amigos, palpitante como otras veces en mi pecho sient… mas al oír vuestro piadoso acento sobre las nubes me soñé un instant… Juzgué más claro el sol, menos dis…
Emilio, ¿qué ha sucedido? ¿qué me tienes que decir? ¿qué ha pasado? ¿qué has oído? ¿dónde anduviste perdido? ¿cómo tardaste en venir?
Hombres, hacia la tierra humildeme… la cabeza inclinad respetuosa: que voy a pronunciar maravillosa palabra, grande voz, nombre eminen… hay un genio español que alzó su m…
Madrid aguarda tu triunfal salida para cubrir de flores tu carrera como si el pueblo por la vez prime… celebrara en España tu venida; la fiesta a que gozoso te convida,
Leve y plácida sonrisa de la fresca primavera; tú que naces con su brisa de las flores la primera; Y te engalanas llevando
¿Verdad que es triste que en el mu… ceda a la ley de su exterminio fij… No es verdad que es muy triste que… la juventud y la pasión, la vida que la beldad perezca y los amores
Pulidísimo poeta, que siempre os andáis buscando cefirillos en diciembre y florecillas en marzo. Ved que es malogrado tiempo
Con el otoño perdidas son las claras y lucidas alboradas, y las flores del estío yacen en el valle umbrío,
Veggo ardente nel cielo sffolgorar… de sua corona l’ornamento chiaro, quel chi la luce dá superbo faro e quel chi fá le piante germinare. Veggo in la schezzia il pianto sci…
Escuchad mis querellas, recinto y flores del placer abrigo… imágenes tan bellas como ese cielo que os protege amig… Asilo de inocencia,
Sólo en el pobre altar del pueblo… adoré yo al Señor —una mañana: un templo veo junto a hermoso río que embelesada miro... no es Guadi… De árboles tiene pabellón sombrío,
¡Oh generosa luz, oh hermoso Orie… del pensamiento que buscaba el mío… siempre confuso y ciego en el somb… y solitario claustro de mi mente! ¡Oh luz amada, luz resplandeciente…
Escucha, madre mía, la de el velo de estrellas; bienhe… dulce y bella María. Escucha la que implora dolorido y mortal; madre y Señora.
Buen joven, en hora aciaga fijasteis en mí los ojos, pues los fijasteis risueños y los apartáis llorosos. Mal os quieren los amores
Presurosas huyeron las horas del verano caluroso: del álamo frondoso las hojas se cayeron: otra estación mi vida