#Españoles #Mujeres #SigloXIX #SigloXX Carolina Coronado
No, los recuerdos que en el mar se… no los borran el tiempo ni la ause… allá en las olas resonando viven. ¿Qué es olvidar? ¿qué fuera la exi… si hasta el recuerdo de amistad qu…
Yo te vi, triste amapola, de las flores retirada mecer la roja corola entre la espiga dorada.— Leve el cuello y hechicero
No lo toméis a consejo, pues vos para aconsejado y yo para consejera inútiles somos ambos: vos, señor, porque contáis
Pálida insomne, lánguida doliente, sombra tan sólo de criatura humana ya consumida por la fiebre ardient… viene de las orillas del Guadiana. La copa de cristal donde bebía
Venid, señora, a escuchar la unánime votación que España acaba de dar: venid; que os va a coronar FEA por aclamación.
Aquel nombre primero que bendijo mi labio balbuciente, después que prisionero vi a mi padre inocente, fue, Señora, tu nombre reverente.
Una corona, no, dadme una rama del adelfa del Gévora querido, y mi genio, si hay genio, habrá ob… un galardón más grato que la fama. No importa al porvenir cómo se lla…
Sí; los cimientos del antiguo mund… a estremecerse van: sonó la hora.— Grecia exhala gemido moribundo, y corónase Roma vencedora. ¡Vana corona! espíritu infecundo,
Nunca se clama en vano cuando se clama al cielo en esta l… del existir humano; todo, Señor, lo escucha la gracia de tu oído soberano.
De tus ojos, bella Flora, muy bella será la llama, cuando aquí llega la fama de su brillo y su beldad, Y cuando yo desdeñando
¡Extremada bizarría! ¡Rendimiento cortesano! ¡Bondad la del castellano consumadísima es, pues con una dama altiva
Si para entrar en tan difícil vía el aliento a mi numen no faltara, ya de la patria nuestra lamentara los males en tristísima elegía. Ya la virtud, ya el genio cantaría…
Venid, pastoras, el milagro hermos… del niño Dios a ver; posa en el he… tiene inclinado el rostro albo y s… sobre su descubierto hombro gracio… bajo de sus bracitos, tembloroso,
La niebla del diciembre quebrantab… del sol los melancólicos fulgores cuando en mi corazón de tus amores el acento primero resonaba. El segundo diciembre se acercaba
A vosotros que dais a lo pasado un culto apasionado arrancando; señores, del olvido las gloriosas hazañas del pueblo en sus campañas,