Redimida el alma. Absuelto el espíritu, encuentra la paz, que se inquiere para perdonar
Viajando en los albores de sus infancias, en un cielo azul vuelan sus sueños. Entre moteada nubes
Creí, entré a tu cuento, Puertas y ventanas de par en par; ilusiones por doquier, un jardín de amor a manos llenas.
Llegó muy quedito, a pasos cortitos, en silencio, y no la oí posarse desde lo más profundo de mi
Despojado de atavíos, la piel habituada al sol, al viento, al mar, con el alma desnuda develando vas los secretos
Pensamientos nuevos estrenando tu nombre. despejando dudas, acariciando intentos. Hoyando, entre realidad
Estás en la honestidad de tu palabra, en la agudeza del pensamiento, en la irreverencia de tus actos. Maestro que desata la sed
La vida con sus reveces nos lleva por caminos preñados de tropiezos; pero al final está la luz de tu amor.
Todo pasa, nada es envano, nada es accidental, todo conspira en la alborada. En el momento justo en la alborda, en el límite
En el tricolor de tu lenguaje, en la palabra de tus primeros años eran tus ojos “atul como gris”, Hoy tras la huella que ha dejado… ésos, tus ojitos esmeralda, que co…
Sólo hay que dejarla fluir al soplo de la brisa más tenue, al ritmo del corazón. Allí... estarás poesía.
Gabo. Pareces Venido de otro mundo. Desde los más tiernos años, en cada pedacito de la realidad se te fue revelando la magia,
Como estrellita fugaz del infinito universo te desee, en una noche de amor tierno. Y una florecita llegó a mi mundo y fui jardín para su belleza,
Sin pudor alguno, sin remordimientos, en uso de tu “libre albedrío” lástimas, en lo más profundo
Menudita como llovizna de amor tie… Versátil y fuerte, transitas una v… la lozanía de tu juventud, en el d… Manojo de mis amores, que cosechamos en susurros de ens…