En aquel muro sordo y tapizado de muerte un hombre inerte espera un golpe de fuego que apagara sus pensamientos
Entretejido bajo el regazo de la t… en un letargo continuo con el humo… El aire reclama, mi cuerpo gaseoso…
En la realidad distorsionada de mi… Y en un instante de amargura, me r… Ya que sola soledad poseo, solo so… Intento descifrar al ser, lo oscur… Pero es tu recuerdo enfermizo el q…
Vives, cuando duermo yo.
Bajo las luces del farol, un cósmi… Envuelto en los contornos del tiem… Cuando jure que de mi cuerpo agrie… ese polvo era formado, y qué mient… Te cubriría de mi polvo adorado, m…
Como el viento eres destino En espiral vuelves cargado de polen te acumulas
Elegí irme, elegí que sin estar presente volverías a verme.
Rodeado por la tarde, un ávido silbido atraviesa el aire… Y tiembla, la tierra caliente.
En un llano abierto y despoblado entre la hierba y el musgo una franja de tierra solitaria abraza en silencio un cuerpo sin rostro
La noche esparce la miel y rechaza el aire frío y lento Dos cuerpos se reencuentran A su alrededor
En la envolvente armonía de la oscura oscuridad, reposo bajo él ventanal y pienso en el tiempo, en su fetichista manía de cerrar círculos sin avisar. La monotonía propia del espacio se ...
Ojalá te vieras, con los ojos que… para que te vieras, como yo te veo…