(1986)
#EscritoresEspañoles Kampa
¿Oyes esa música que cruza como luz la oscuridad mientras la oscuridad gira y yo con ella? ¡Con qué fuerza
Me dejaré morir en tu silencio, que de noche me diste de comer los frutos del cerezo en tu alcoba de sombras sangrantes de perfume
Los latidos estallan en mis labios que ya apenas murmuran: come, death, and wellcome! Sobre el ansia desértica de tu carne de agraz arboladura
Revuelta con el viento mi alma has arrastrado hasta la orilla de tu alma. Mas mi cabeza anclada en ese cuerpo
Nunca sabré de ti, y eso lo supe desde el primer encuentro. Esta certeza tiene tanta fuerza que es
Te brillaban dos lágrimas por fin nos despedimos sin poder compartir el aluvión de… pero tú me sabías rompiéndome en aceras
No era el alba de hielo, no era de… vida, no era la antorcha de sus oj… do se despertaba el campo no era d… el pensamiento abría una zanja acu… constituirse en veta interior... E…
haber salido al campo y sembrado la tierra, pero te has encerrado a cavar en la tierra del cerebro y
Miré las aguas y vi su gesto grácil y vi en mis ojos su mirada y ardió el río con el dardo de amor,
¡Era una chica tan alegre! En clase se reía sin parar. Se equivocaba siempre en las decli… y sin embargo podía hablar de todo e incluso pronunciaba bien la r .
Ya se acercan las manos, innumerables manos, negras manos, a cegarme los ojos, a detener mis piernas,
Capaz de reverbero el vacío musita e incisiva se inicia la vibración como grieta en la nada. En su alear asciende,
Ah del ladrón que robó la blancura y la depositó sobre los trigos No pensó que los cuervos
Se esboza la posibilidad de la hierba bajo su cuerpo: una brisa que insinúa el renacer. Pero siguen los mudos clavos tensando la separación. Nada entra ni sale de la boca del caballo. ...
Médanos de la mente, Formaciones fugaces de la memoria, Ahogo y mansedumbre… El látigo del sol fustiga las hora… El tiempo alimenta la eternidad