(1980)
#Españoles #Mujeres Libro alienaciones de
Los latidos estallan en mis labios que ya apenas murmuran: come, death, and wellcome! Sobre el ansia desértica de tu carne de agraz arboladura
Ya se acercan las manos, innumerables manos, negras manos, a cegarme los ojos, a detener mis piernas,
Mueren las rosas a pesar de la lluvia. Mi corazón doliente poco alimento puede cederles ya.
Ah del ladrón que robó la blancura y la depositó sobre los trigos No pensó que los cuervos
Me dejaré morir en tu silencio, que de noche me diste de comer los frutos del cerezo en tu alcoba de sombras sangrantes de perfume
¡Era una chica tan alegre! En clase se reía sin parar. Se equivocaba siempre en las decli… y sin embargo podía hablar de todo e incluso pronunciaba bien la r .
¿Oyes esa música que cruza como luz la oscuridad mientras la oscuridad gira y yo con ella? ¡Con qué fuerza
Esperaré paciente, acechando, como un perro, el momen… O me iré por la selva de tus verso… abriéndome camino lentamente por ocultos senderos,
Los latidos estallan en mis labios que ya apenas murmuran: come, death and wellcome! Sobre el ansia desértica de tu carne de agraz arboladura
Una vez más el paisaje fugitivo, el lago, los valles, los árboles que corren como ríos. Llega una nube y ciega la mirada;
Miré las aguas y vi su gesto grácil y vi en mis ojos su mirada y ardió el río con el dardo de amor,
La muerte no, mejor esa agonía muda, mejor ese sentir que la vida por causa del deseo
haber salido al campo y sembrado la tierra, pero te has encerrado a cavar en la tierra del cerebro y
Me he despertado de pronto, tú me estabas gritando enfurecido destrozabas la noche, rompías en pedazos la materia. He comprendido entonces
La mano en el saúco del leteo, la sombra sigue insomne de otra mano, una mano que nombra, que desbroza el camino,