#Españoles #Mujeres
Prisionera de un pánico invencible… y aunque sé de la inutilidad de to… desde esa cárcel torturante que es… pido la autonomía total del hombre y el derecho a no justificar para…
Corta la madre el cordón umbilical más no renuncia al vínculo. Te empuja a la otredad pero desesperadamente bebe en tu v… pues en ella
Desconfía de aquellos que no han considerado nunca el suicidio. Van haciendo paso a paso el camino… cegándose al abismo que siempre ac…
La mano en el saúco del leteo, la sombra sigue insomne de otra mano, una mano que nombra, que desbroza el camino,
Soy hermosa y mi piel es suave y el viento del mar me devuelve ro… de tiernas tersuras. Mi cabello perfumo y adorno de áur… y mi pecho es redondo y casi virgi…
Se esboza la posibilidad de la hierba bajo su cuerpo: una brisa que insinúa el renacer. Pero siguen los mudos clavos tensando la separación. Nada entra ni sale de la boca del caballo. ...
Vimos el cometa que pasa cada seis mil años. Las palabras despertaron. Los oídos se embriagaron con su clamor sigiloso.
Un vendaval agita la dormida pistola mas la luna penetra las imágenes con virginal claror hasta que ya su haz
Nunca sabré de ti, y eso lo supe desde el primer encuentro. Esta certeza tiene tanta fuerza que es
Los latidos estallan en mis labios que ya apenas murmuran: come, death, and wellcome! Sobre el ansia desértica de tu carne de agraz arboladura
Torre del alma la morada más alta hacia ópalo el destello en vertical ascenso por el camino oculto
La muerte no, mejor esa agonía muda, mejor ese sentir que la vida por causa del deseo
Te brillaban dos lágrimas por fin nos despedimos sin poder compartir el aluvión de… pero tú me sabías rompiéndome en aceras
Fue al alba, perdona por la hora. Tus párpados del sueño callaban debajo de mi almohada y al irrumpir la luz primera
Murió desintegrado, la cabeza en dos tajos, los sesos por el suelo todos desparramados. Murió como una estrella