#EscritoresNicaraguenses
Qué lástima que duermas y se interrumpa el diálogo y no sientas mi beso en tus ojos cerrados. Qué lástima tu infancia
Has entrado al otoño me dijiste y me sentí temblar hoja encendida que se aferra a su tallo
Florecen los almendros en Mallorca y no estás para verlos. De mi balcón anoche los vi fosforecer.
Dicen que la muerte es solitaria que nos morimos solos aunque estemos rodeados de aquello… pero tú me llamaste y yo no estuve:
No pienses en mañana ni me hagas promesas ni tú serás el mismo ni yo estaré presente. Vivamos juntos la cima de este amo…
Muero de a poco, amor no es la muerte sorpresa que deseaba la que libera y lanza
Fue una pequeña muerte tu partida. Una muerte pequeña que me crece cuando imagino a veces que estás cerca
Yo, poeta de oficio, condenada tantas veces a ser cuervo jamás me cambiaría
Solos de nuevo solos sin palabras sin gestos sin adornos
Soy una gaviota solitaria con el ala tronchada abro un surco en la arena.
Quisiera creer que te veré otra vez que nuestro amor florecerá de nuevo quizá seas un átomo de luz
En este aposento que soy yo mi realidad (la cotidiana ... realidad)
Es extraño este huésped este amor cuanto más me despoja más me colma.
Ese beso de ayer me abrió la puerta y todos los recuerdos que yo creí fantasmas, se levantaron tercos
¿Qué fue de ese poema que no pude atrapar el que pasó rengueando frente a mí con las alitas rotas?