#Mujeres #Nicaragüenses #SigloXX #SigloXXI
Malogrados los ojos Oblicua la niña temerosa, deshechos los bucles. Los dientes, trizados. Cuerdas tensas subiéndome del cuel…
Soñé que era un ala desperté con el tirón de mis raíces.
Brilla el agua en mi piel y no la siento corre a chorros el agua por mi espalda
Sólo éste ahora es mío este momento el pasado escapó y no vislumbro el rostro del futuro.
Dicen que la muerte es solitaria que nos morimos solos aunque estemos rodeados de aquello… pero tú me llamaste y yo no estuve:
También me gusta el amor al que le cierran la puerta el que entra por la ventana volando sobre una cuerda.
No sé si con tu muerte has quedado a la zaga ¿eres recuerdo? o has dado un salto repentino
No puede conmigo la tristeza la arrastro hacia la vida y se evapora.
Qué lástima que duermas y se interrumpa el diálogo y no sientas mi beso en tus ojos cerrados. Qué lástima tu infancia
Una mirada a veces un gesto entorpecido una frase un olor el beso que al unirnos
Ya la ceiba no existe derrumbaron mi ceiba se hicieron añicos los espejos eché a secar mi Río y se escondió la luna.
Yo sin ti pero contigo llevando a cuestas tu muerte. Mi soledad y la tuya
No pienses en mañana ni me hagas promesas ni tú serás el mismo ni yo estaré presente. Vivamos juntos la cima de este amo…
Fue una pequeña muerte tu partida. Una muerte pequeña que me crece cuando imagino a veces que estás cerca
Digo amor y lacera mi cuerpo el desamparo.