Cm

El Cura No Me Quiso Confesar

Mañana me visto de pecado:
camisa abierta, olor a motel viejo.
No porque lo necesite.
Porque lo gozo.
 
Mi cruz es de oro,
pero la cuelgo en la espalda—
pa’ que no estorbe
cuando la miro debajo.
 
Le escribí a María...
no la Virgen—
la de la esquina,
la que me mira como si supiera
que yo rezo con la lengua
y peco con promesas
que ni intento cumplir.
 
Esa es mi misa.
Y yo, mi propio amén.
 
Fui al confesionario:
—Padre, he pecado.
Y el muy cobarde me dijo:
—¿Otra vez tú?
 
Claro, otra vez yo.
Mis pecados hacen fila,
y todos quieren confesarse
alardeando y con estilo.
 
No me hable de castidad
si la tentación me escribe
a las tres de la mañana
con un diablito
y una nota de voz que dice:
“¿Vienes,
o te quedas con tu culpa?”
 
No tengo vergüenza.
Tengo hambre.
No busco amor.
Busco eco entre piernas.
 
Y si me muero mañana,
que me velen con salsa,
ron barato,
y todas las que dijeron
“contigo nunca”
quedarán llorando por dentro
y bien mojadas por fuera.

Altre opere di Cm...



Alto