A TI, QUE ME CONSUELAS
A ti, que cuando sufro me consuelas,
a ti, que me das ánimos si peno,
a ti, que a mis desdichas pones freno
a ti, que por mi culpa te desvelas.
A ti, mi amor, que si te llamo vuelas,
pues nada de lo mío te es ajeno
y si algo ves que para mí no es bueno,
para que sea así lo remodelas.
Estoy feliz con esta suerte mía
de ver que me acompañas cada día
y haciéndolo cuidando de mis pasos,
de modo que camine alegremente,
siempre seguro y la mirada al frente,
sin miedo a las desdichas y fracasos.
