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DÍA INTERNACIONAL DEL SÍNDROME DE DOWN (marzo 21)

DÍA INTERNACIONAL DEL SÍNDROME DE DOWN (21 de marzo)
 
EL NIÑO CON SÍNDROME DE DOWN.
 
Es de los ángeles el más cercano,
exento de maldad y de tristeza
y de una singular naturaleza
que para todo el mundo es un arcano.
Su trato con la gente esta rayano
en esa tan vistosa gentileza
que le viene al compás de la franqueza
de una dulce sonrisa, siempre a mano.
Es muy feliz y hace feliz a todo
aquel que le conoce y que le cuida,
devolviendo los mimos que recibe,
pero multiplicados. Es su modo
de mostrar cómo debe ser la vida,
conforme en su cabeza se concibe.
Siempre estará proclive
a una alegría fácil, generosa
y además altamente contagiosa.
 
A MI HIJA MARTA (Down)
 
La miro y me transmite tal ternura
que nunca imaginé que hubiera tanta;
un nudo se me pone en la garganta
y no puedo ni hablar. No hay atadura
más fuerte por su mucha soldadura,
y, además, cada día se agiganta
alcanzando el nivel de sacrosanta,
que menos no merece la criatura.
Los ángeles sonríen por sus ojos,
que lo que es de candor le salen ríos,
la veo y me abandonan los enojos
y si no puede usar sus albedríos,
respetuoso ante Dios caigo de hinojos
pidiendo pueda hacerlo por los míos.
 
TENEMOS UN ÁNGEL PROPIO (soneto inglés)
 
No hay nada comparable a la ternura
que inspira la visión de un hijo propio
con síndrome de Down. Es la ventura
más grande de que pueda hacer acopio
una persona y digo que es tan cierto,
como el sol que amanece cada día,
que el cielo permanece siempre abierto
y el universo viste de armonía.
Le miras arrobado y no hay manera
de quitar de sus ojos la mirada,
pareciéndote un ángel a la espera
de una caricia más que compensada.
Si llegó a nuestro hogar, por algo ha sido
y hemos de agradecer que haya venido.
 
LA NIÑA Y LA MUÑECA (ensayo de composición)
 
Mecía entre sus brazos la muñeca
y entre ellos pareciera cobrar vida
sintiéndose feliz y consentida,
al tiempo que la niña convencida
de hacerlo, la trataba como clueca
guardando a sus polluelos bajo el ala
y dándoles calor. Tales modales
eran para ahuyentar todos los males,
fueran imaginarios o reales,
que cayeran en ella noramala.
La cara de la niña sonreía
con un candor tan dulce y tan divino,
que no era de extrañar que fuera un sino
parándose un momento en su camino
el que hiciera tal gesto de alegría.
 
A LA NIÑA DE MIS OJOS (Marta, mi hija)
 
Viniste al mundo para dar ternura
y todavía nos la sigues dando,
aunque también nos des de vez en cuando
algún punzante atisbo de amargura,
que muy de tarde en tarde, nos procura
con ahínco meter de contrabando
la tristeza e insiste en ir sumando,
mas no puede romper la soldadura.
Eres el centro y más de la familia,
que muy gustosa te protege y cuida
y con placer te acepta como eres,
estando para ti siempre en vigilia
desde el primer momento de tu vida,
dándote mucho más de cuanto esperes.
Si acaso un ángel fueres,
que tal creo, presumo que esta historia
sucederá al revés, allá en la gloria.
 
NO ESTABA SOLA MI NIÑA (alejandrinos)
 
Salieron de sus ojos destellos de alegría
en dirección a un sitio cerca de donde estaba,
sus manos extendía, a la par que le hablaba
a un ser desconocido al que ella sí conocía.
Me acerqué con dulzura por ver si la entendía
y entre sus muchas cosas la sentí que rezaba,
con la palabra ángel que también pronunciaba
mirando fijamente al par que sonreía.
Lloraba yo de pena al verla como ausente
pensando fuera sólo por culpa de su estado,
pero luego un milagro devino de repente,
porque una luz intensa se la puso a su lado,
un halo luminoso la adornaba su frente
y un ángel se marchaba cuando la hubo besado.

(2015)

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