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EL DULCE SABOR DE LO PROHIBIDO

 
 
Como el dulce sabor de lo prohibido
me llega ese dulzor que de ti emana,
que con mi ansia de ti tan bien engrana
y con placer hace en mi pecho el nido.
 
Siendo con tantas ganas recibido,
me llega como el dardo a la diana
y el efluvio sutil de tu manzana
llega con él perfectamente unido.
 
En materializarlos tardo poco
y en absorberlos, todavía menos,
yendo con ellos hasta el fondo mismo
 
de mi alma, pues me pongo como loco
de contento y no quiero echar los frenos
para poder pasar del paroxismo.

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