OJALÁ VUELVA EL SENTIDO COMÚN
El mundo ya no tiene más remedio
que cambiar por la cuenta que le tiene,
porque el pilar que ahora le sostiene
parece resentirse por el medio.
Tendrá que desprenderse de su tedio
para enfrentarse a todo lo que viene
con ánimos perversos y lo frene
y si es preciso, procurar su asedio.
De todo lo mejor que hubiera antaño
no queda ni un atisbo por desgracia,
pues tuvo que marcharse malherido
después de haber sufrido el grave daño
que restó por completo su eficacia
y sólo Dios sabrá donde haya ido.
Ojalá que el sentido
común se nos incruste en la sesera
y vuelva todo a ser como antes fuera.
