Cargando...

entre la excitacion y la vulnerabilidad.

24 de septiembre

Inhalo profundamente y observo mis botas, corroborando que la armadura esté completa, sin que falte ni una sola pieza. busco lo más importante: tomo mi espada y la admiro. es brillante e independiente, se maneja por sí sola, casi como si conociera cada uno de mis pensamientos y acciones futuras. su habilidad impecable para realizar su trabajo se debe también a los largos años que dediqué a su cuidado, concentrándome únicamente en ella y en su perfeccionamiento. alardeo con mis compañeros sobre este objeto, cargándolo con el peso de mi ego, y a pesar de saberlo, todos lo envidian y elogian. después de las batallas más duras, queda un poco frágil. no me molesta, tengo que usar mi propio cuerpo. rompo la barrera y siento mi sangre hervir mientras cada litro recorre todos los rincones de mi ser, acompañado de una sensación de adrenalina incontenible. me imagino a mí misma esparcida por todo el campo; esa sangre caliente antes mencionada se mezcla con la hierba y pienso en lo inevitable, me atrae. Me siento bien al principio, es la excitación. siento mi piel y mis huesos y luego salgo de mi ensimismamiento. me asusto al darme cuenta de que estoy desarmada y desnuda, y me culpo una y otra vez por la inconsciencia cometida. entonces vuelvo a traer el arma a la superficie, exhalo despacio y siento el palpitar de mi corazón. pienso en cuánto falta para que esto termine, ya que en unas horas tengo que volver a la rutina y prepararla para la próxima batalla. no vaya a ser que vuelva a flaquear, y en el peor (o mejor) de los casos, vuelva a ganar la emoción.
aun preparándome para luchar, me escondo, me dejo ver por segundos esperando que sean ellos los que se acerquen a mí, me ataquen. suena tramposo, pero así tendría una excusa para devolverlo y no sentirme culpable en el proceso. aunque bueno, nadie estaba hablando de la culpa. aun con años de experiencia, sigo sintiéndome un poco rara al ganar una batalla, decepcionada, insatisfecha, como si me hubiese confundido en lo que una victoria realmente significa. de igual forma, sigo, me preparo. Ya estoy lista. nunca estuve tan lista como en este momento. Cualquier amenaza puede acercarse, y estoy segura de que sería un triunfo inmediato, así que espero. Minutos, horas, años, siempre lista. Me canso y se me ocurre salir de mi escondite para ver qué pasa afuera. nada, absolutamente nada. todo está en paz, nunca existió tal guerra. y sin embargo, yo sigo lista para el combate.

esto salió de una charla con mi amigo eze. en realidad un monologo mío, fue casi como ir al psicoanalista.

#escrito #guerra #letras #metafora #relato

Preferido o celebrado por...
Otras obras de Lara...



Top