sep 13
lloro seguido desde que te quiero, de vez en cuando me descubro a mi misma imaginando lo dichosa que sería el día en el que no te necesite.
se me revuelve el estómago cuando se me cruza por la cabeza la mínima idea de que te voy a perder y aún así lo deseo con todo mi ser.
en las madrugadas intento combatir a la confusión en un cruce de oraciones y versos debatientes que resultan inútiles a mi razón porque a la mañana siguiente te miro y hago caso omiso a la batalla acontecida la noche anterior. de igual forma y por alguna extraña razón me intento convencer de que esto no es amor, probablemente no lo sea, eso explicaría porqué a ninguna canción le adjudico tu nombre y ningún poema suena a vos. aunque tú temperatura corporal sea la que me abrase durante las noches, la angustia y la decepción lo hacen con tanta fuerza que tengo que levantarme un rato para asegurarme de que no esté ardiendo en llamas. no obstante, a la mañana siguiente me despierto, te miro, y tales sensaciones se sienten lejanas y ajenas, sacadas de alguna vida pasada de la que solo quedan reminiscencias las cuáles pasan a ser opacadas por el brillo de tus pupilas que me miran de regreso. y es otra derrota más.
Preferido o celebrado por...
