Cargando...

Desgarradora rutina

Él sin mí y yo sin él no somos más que la mitad de un gran pastel que devorar.
En consecuencia, hay cosas que se van pero cosas que vienen, cosas que se encuentran y otras que se pierden.
Recuerdos que deseas encerrar en el olvido, la tristeza que vive en tu interior nunca se han ido.
Tus lagrimas se quedan disecadas en un cuento de rosas de las que ya no quedan nada, y sientes como el corazon se rompe en trozos, la oscuridad te acompaña y es como sentirse sola, vacia por dentro y sin miedo para sonreir, ESTAS TRISTE PERO INTENTAS FINJIR QUE ERES FELIZ, triste por un adios, que no
quiere irse, dentro de mi la tristeza no desea extinguirse, a veces queda la esperanza, queda aquel quizas, TE PREGUNTAS EL POR QUE DE LO QUE JAMAS COMPRENDERAS ..
Estar harta, cansada, agotada de todo, durante el día tratar de llevar una gran sonrisa en el rostro, pues así nadie se da cuenta de cómo te sientes realmente, funciona.
Cuando llegas a casa luego de un día agitado lo único que quieres es dormir y no hablar
con nadie.
Tratas de hacer todo lo más rápido posible para ir a tu habitación y refugiarte en tu mundo.
Llega la noche, no puedes parar de pensar y entonces los fantasmas te invaden, comienzas a llorar y aunque estes muy cansada, te acuestas tarde,
sin ganas de nada, para que al otro día suceda exactamente lo mismo.
Quiza me este convirtiendo en esa clase de persona fría y sin sentimientos, esa que no dice cosas lindas, esa que ya nada le duele porque le han echo tanto daño que ya es costumbre sentir el mismo dolor.

Otras obras de Daniela Gisela Aguilar...



Top