Mala
Mala, me dijo, sólo porque un día deje de ser esa boba que él buscaba cuando se aburría.
Mala, me dijo porque un día deje de suplicarle por un poco de su tiempo, ese que según no tenía para mí, pero que si gastaba a raudales con otras personas.
Mala, me dijo porque un día dejé de escribirle, o llamarle o llorarle.
Mala, me dijo, sólo porque un día me atreví a sonreír y le dolió porque sabía que esa alegría ya no era por él.
Y si, en efecto, me reconozco mala, porque lo fuí pero con mi corazón.
Porque yo quería dejarlo donde no lo querían, porque sabiendo que moría de frío, no me importaba y lo obligaba a estar en un lugar sin fuego...
Mala, sí, fui mala pero conmigo, no era ese amor ingrato, era yo que no me quería ni me daba el trato que intentaba alguien más me diera.
Mala, sí, un tiempo lo fui, tonta, recibiendo sobras, cuando había quien me ofrecía manjares.
Mala, sí, lo sigo siendo y más que eso, fiera, insensible, porque ya no me arrastro ni me quedo esperando que cualquier pobre îmbcl venga a usarme como su vil juguete.
Sí, soy mala, estoy orgullosa de eso, y me vale lo que digan a mis espaldas.
Sí ser mala significa no volver a dejar que limpien el piso conmigo, a mucha honra, lo seré hasta que me muera.
