Por ti
Creo que todo lo que quiero es balancearme en esto que siento por ti. Incluso si estoy a un segundo de quebrarlo todo, porque la mente se inclina a lo negativo aunque no lo sepa, la duda y el miedo se apoderan por momentos. Pero presiento que en cualquier momento la cuerda se romperá y caeré encima de todas las veces que me dije a mí misma: “no te vuelvas a enamorar”.
Porque me gusta cómo me siento, no me puedes culpar. Me gusta el sentimiento absurdo de la emoción de verte, lo pienso una, dos, setecientas veces.
Quiero hablarte de mí, aprenderte, despertar juntos y jugar a ser vulnerables. Ir tomados de la mano y atar algo más que nuestras pieles, recorrer la vida del otro en un infinito que retorna siempre a besos desesperados, como si tuviéramos prisa. Y luego, lentamente, pausar la marcha, acoplar nuestras respiraciones, tomarnos con calma para alargar lo que sentimos.
Ser océanos, ríos, mares, ser el viento y el fuego, ser elementos y complementos.
Tengo miedo, sí, pero más miedo da no permitirse sentir y ser estos que queremos ser.
