#Modernismo #Nicaragüenses #SigloXIX #SigloXX #1917 #ProsasProfanasYOtrosPoemas
Yo vi un ave que süave sus cantares entonó y voló...
Cuando iba yo a montar ese caballo… y tembloroso, dije: «La vida es pu… Entre sus cejas vivas vi brillar u… El cielo estaba azul y yo estaba d… Sobre mi frente Apolo hizo brilla…
De D. Luis de Góngora y Argote… Mientras el brillo de tu gloria au… ser en la eternidad sol sin ponien… fénix de viva luz, fénix ardiente, diamante parangón de la pintura,
El cisne en la sombra parece de ni… su pico es de ámbar, del alba al t… el suave crepúsculo que pasa tan b… las cándidas alas sonrosa de luz. Y luego en las ondas del lago azul…
De las eternas musas el reino sobe… Recorres, bajo un soplo de vasta i… Como un rajá soberbio en su elefan… Por sus dominios pasa de rudo vien… Tú tienes en tu canto como ecos de…
¡Ea! apretad esas cinchas y apercibid los overos; y que ya tasquen los potros el bocado de los frenos. Preparad las jabalinas,
El alba aun no aparece en su glori… Canta el mar con la música de sus… Y el aliento del campo se va cuaja… Teje la náyade el encaje de su esp… Y el bosque inicia el himno de sus…
Una mañana de invierno hallé en el suelo, aterido, con el cuerpo todo trémulo y alas húmedas, un mirlo. «Hasta con las pobres aves
Amar, amar, amar, amar siempre, co… el ser y con la tierra y con el ci… con lo claro del sol y lo oscuro d… amar por toda ciencia y amar por t… Y cuando la montaña de la vida
Cuidadoso estoy siempre ante el I… enigma humano tan ponzoñoso y süav… que casi no pretende su condición… cuando se ha conquistado sus terro…
¿Quién es candil de la calle y oscuridad de su casa? —Quien halla en aquélla flores y en ésta abrojos y lágrimas.
Margarita está linda la mar, y el viento, lleva esencia sutil de azahar; yo siento en el alma una alondra cantar;
Tu cuarteto es cuadriga de águilas… Que aman las tempestades, los ocea… Las pesadas tizonas, las férreas c… Son las armas forjadas para tus ma… Tu idea tiene cráteres y vierte la…
En el kiosco bien oliente besé tanto a mi odalisca en los ojos, en la frente, y en la boca y las mejillas, que los besos que la he dado
La estéril gran señora desespera y odia su gentil talle cuando pasa la pobre cocinera con seis hijos y medio por la call…