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Hímero

Porque fui un hombre
Que en tu miel
Probo veneno,
Y deje mi cuerpo caer
En el espiral de tu adicción.
 
Embriagado en el deseo,
Sucumbí en la base de tu suelo
Y me eleve al cáliz de tu sien.
 
Fui mendigando los besos
Que sin cariño tus labios desprendían,
El otoño de un amor sin primavera.
 
Aspire tus humos
Y corone con mi locura, tu soberbia.
 
¡Ah! sentí el dolor que en ti existía
Como alambre apretando el corazón,
Desangre mis pies, en el vidrio de mis sueños,
A cada paso que a ti extendía.
 
Desenfrene mis deseos por una gota de tu ser,
Un roció de inmoral pasión,
Postrado... tembloroso... sobre el cuello.
 
¡Conviértete en mi fin,
Desprende todo de mis adentros!
Déjame seguirte doblegado,
Tembloroso e impaciente.
 
¡Déjame mendigar los restos de tu cariño
Y sentir las brasas de tus pasiones!
Déjame existir en tus rincones,
Aunque mi nombre no recuerdes,
Y ser la sombra que arrastras.
 
Quiero extinguir mis dolores,
Borrar mis pensamientos,
Apagar mis relojes,
Detener mi conciencia,
Robar de mi existencia, solo un momento,
Llevarlo en la piel y desaparecerlo,
Total, la vida es para morir.

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