Fiera de amor, yo sufro hambre de… de palomos, de buitres, de corzos… no hay manjar que más tiente, no h… había ya estragado mis garras y mi… cuando erguida en la casi ultratie…

A ti vengo en mis horas de sed com… límpida, fresca, mansa, colosal... y las punzantes sierpes de fuego m… en la corriente blanda y poderosa. Vengo a ti en mi cansancio, como a…

Manos que sois de la Vida, manos que sois del Ensueño; que disteis toda belleza que toda belleza os dieron; tan vivas como dos almas,

Sobre el mar que los cielos del en… alza mi torre azul su capitel de p… que Eolo pulsa rara, dulcemente...… al pie la vaga ola su vaga serenat… Y yo sueño en los cantos que duerm…

Si os asomárais a mi alma como a u… la intrincada galería de los Desco… pasaron por mi lado sin mirarme, y…

Vibre, mi musa, el surtidor de oro la taza rosa de tu boca en besos; de las espumas armoniosas surja vivo, supremo, misterioso, eterno, el amante ideal, el esculpido

Yo muero extrañamente... No me ma… No me mata la Muerte, no me mata… Muero de un pensamiento mudo como… ¿No habéis sentido nunca el extrañ… De un pensamiento inmenso que se a…

Preparadme una barca como un gran… La llamarán “La Sombra” unos, otr… No ha de estar al capricho de una… Yo la quiero consciente, indominab… La moverá el gran ritmo de un cora…

Porque haces tu can de la leona Más fuerte de la Vida, y la apris… La cadena de rosas de tu brazo. Porque tu cuerpo es la raíz, el la… Esencial de los troncos discordant…

Manos que sois de la Vida, manos que sois del Ensueño; que disteis toda belleza que toda belleza os dieron; tan vivas como dos almas,

En el regazo de la tarde triste Yo invoqué tu dolor... Sentirlo e… ¡Sentirte el corazón! Palideciste Hasta la voz, tus párpados de cera Bajaron... y callaste... Parecist…

Tu amor, esclavo, es como un sol m… jardinero de oro de la vida, jardinero de fuego de la muerte, en el carmen fecundo de mi vida. Pico de cuervo con olor de rosas,

Los cuervos negros sufren hambre d… En engañosa luna mi escultura refl… Ellos rompen sus picos, martilland… Y al alejarme irónica, intocada y… Los cuervos negros vuelan hartos d…

Engastada en mis manos fulguraba como extraña presea, tu cabeza; yo la ideaba estuches, y preciaba luz a luz, sombra a sombra su bell… En tus ojos tal vez se concentraba