POESÍA JAPONESA
“¡Oh corazón mío, no te levantes …… duerme corazón, te canto una nana.… que te sienta latir. Huelo a vela, a flores... el aroma… una ternura, que nunca hubiera ima…
Tengo hambre de devorar sentimient… que se terminaron hace tiempo, de cuerpos sudorosos que se fueron… de letras de canciones que cuenten a las almas perdidas el hambre de
¿Qué es la muerte? Si no el término de esta soledad que me arrasa, de estos días inter… de una vida que ya nada quiere dar… Sangre negra como perla salvaje
Qué azul el cielo Campo de margaritas atardeciendo. Pico nevado árbol de flor de fuji
Mujer hermosa y noble oye al juglar contar historias de un rey innoble que a los campesinos maltrata.
Pronto iré por ti estancado en mi mente no logro sacarte de ahí Te diré lo que siento miro la calle larga y llena de rui…
Ella, era perfecta Un poeta la convirtió en su musa, hizo un poema interminable, y lo enredo en su pelo de oro, ella quemaba por su sonrisa
Déjame llorar por ti hace mucho que te rompiste a mí, me dejaste rota y combatí el mundo se hundió a mis pies, pero como rocas en la mar, yo luch…
De amanecida mi entendimiento loco no comprendía . Yo juro que te amaba morena mía.
Entre todos los mares, en todo el mundo, nunca hubo una tierra como la isla de Eroda. Con la inequívoca forma de un ceño fruncido, es el hogar de un olvidado pueblo marinero que de form...
Que difícil es dejarte pero las llamas se consumieron no quedaron rescoldos donde soplar y avivar el fuego, cuanto me cuesta irme
Quiéreme, pero quiéreme así, desnuda el alma como ramas en otoño. Ámame como si fuese primavera que brota.
Sin serlo niña presumes de ser rosa, y eres espinas. Tengo un penar dentro de mi alma rota,
Desprendo calor como el verano en Granada mi cuerpo arde solo con mirarte. Tengo un cuchillo de chocolate entre mis pechos
En aquel callejón bajo la luz mortecina tu mirada se cruzaba con la mía. Ojos de serpiente boca de lava ardiente