Ahora sé que mi futuro está contigo, es el conocimiento de los tiempos vi el cielo azul lo cogí y te lo regalé
Con el suspiro de mi pecho al mirar tus ojos menta late mi corazón estremecido
Lloré escuchando aquella hermosa música, salia del alma. Ando descalza sobre asfalto de musgo,
El agua acuna el torrente del río center oigo como habla
Mirando al cielo la hermosa mujer ruega: Haz que mis versos sanen heridas de odio, den cosechas de amor
Surge una sonrisa entre la niebla de la vida, que se va evaporando, dejando ver tus ojos antes silentes, ahora
Una mirada fugaz hace que mi cuerpo se estremezca, se entrelaza la noche con mi cuerpo desnudo. Esa mirada ha hecho
Mis muslos se estremecen, notan tu ausencia los entrecruzo, intento engañarlos con el roce de mi propia piel.
Barcas varadas en la orilla del mar. Es primavera. óleo por Ramón Pujo Sierra Nevada
Escribo letras desnudas en tu espalda, con tinta azul un boceto de pasión venidera. Pliegues recónditos que esconden mis miradas,
No quieres a nadie solo a tu cocaína no sabes querer te abrí una puerta a la libertad tú la cerraste con llave.
Grita mi nombre el viento en mi ventana me trae tu penar. Apenas roza el borde de la noche
Deseo que bailes tu vida que la hagas música donde tus pasos vayan más allá del horizonte más allá de los besos olvidados
En el silencio de aquella buhardilla sentí tu aliento. En la piel de mi nuca me diste un beso,
Somos estampas imágenes perdidas sueño heredado en caminos de olvido llenos de polvo, solos