Cargando...

El ayer

Cerró los ojos
para no ver el mundo
para olvidar los “ayeres”
que la dejaron rota,
cómo muñeca de trapo,
tirada en medio del patio.
La luna le susurra:
Niña deja esos
quejíos, que no sirven
de na ¡Ay niña!
¡Tú te dejaste engañar!

Preferido o celebrado por...
Otras obras de Dori Gômez...



Top