EROTISMO EN GRANADA
Confieso mi deseo;
cargado de tensión
subiendo a la superficie entintando
las palabras.
Existe en mis entrañas,
levanto el veto de mi sexualidad
dejo que se desborden mis sensaciones
de la fuente del placer.
La voluptuosidad de tu cuerpo
cada línea que dibujo en tu piel
hace que mis muslos brillen con el sudor
a la luz de la farola que entra en mi habitación.
Mi cuerpo envuelto entre tus piernas
hace que las sensaciones de mi sexo húmedo
se conviertan en un rito
donde la sensualidad del agua que mana del río
de tu entrepierna me lleve a cristalinas y diáfanas
zonas del placer aún inexploradas por tus dedos.
Tus labios me muerden hasta sangrar
mis labios paladean la sangre
mientras nuestras lenguas juegan con el fuego
de la saliva ardiente.
Tu sexo me sabe a manzana fresca
me deleito en el
noto como los gemidos van in crescendo
amo verte desnudo
ver cada poro de tu piel
encendido de la agonía
de quererme tocar y no poder.
Atado a la cama
tu belleza hace que te codicie
necesito tocarte, hacer que te estremezcas
me inflamo cuando estás dentro de mí
te visto de placer y locura
gimes, gritas suéltame
yo muevo mis caderas y callo,
mi pelo cae sobre ti mojado
dejo que sientas mis pechos albos
los pezones rosados, pequeños.
Tu boca los desea
los acerco a ti, quito tus cadenas
y te conviertes en un tigre
que muerdes, lames y miras;
mi amante eres un espejo
en el que miro mi propia pasión
nos convertimos en uno
en una llama que nunca creí
pudiera ser tan húmeda.
¿Cómo puedo necesitar tanto quemarme
contigo?
