POESÍA JAPONESA
Radiante el día transcurre en una suerte de saudad… rayos de sol entran por los visill… iluminando mis piernas largas, entreabiertas y anhelantes.
Desolación. En el silencio el hada de los bosques ¿Nos quieres aún Gaia? mi destrucción
Si yo te dejará sé que tú morirías que tu sangre se helaría. Si yo me fuese con otro tú no lo soportarías,
Mar de las flores, el cielo se confunde en el azul. Hipnóticos los campos sus colores deslumbran.
Aquellas manos etéreas querían tocarme, pero no podían, yo, estaba lejos, muy lejos. Al otro lado del horizonte
Te miro en la palma de mi mano reflejos en las líneas me dicen que ya no estás Solo quiero contigo estar se ve a través de la ventana
Hubiera dado la vida por salvar la tuya, todos estos años perdidos, tanto dolor, tanta soledad. ¿Para qué? Las entrañas
Sobre tu pecho escondo mi cabeza me siento plena, llena. Feliz me miras tus manos en mis senos
Amor, pasión, dame vida échame gasolina que arda esta noche hasta la alborada. Qué las sábanas nunca estén frías
Los desposeídos aquellos que el alma la tienen embargada. Los desarrapados los conoce usted señor banquero
El mundo ama las almas limpias y l… ¡Buenos días! ¿Un café o té? Que hoy sea un día lleno de colore… de esos que encienden de vida y ar…
Me mata no guiarte en la oscuridad estoy siempre ahí para ti deberías saberlo déjame ayudarte vamos a volar de nuevo.
“Las personas ya no pueden volar”… Nos han quitado las alas, nos han atado a grandes bloques de… Nos han hecho seres iguales vestimos igual, seguimos las tende…
Pasar la noche bebiendo de tu boca sorber tu vida en este ocaso ardiente. Detengo el tiempo,
En el Sacromonte bailando, está la gitana morena, Mirándola, la luna llena; volantes revoloteando. A ella le dan una azucena,