LA MAGIA DE LA AURORA
Eres la aguja en la que ensarto
el hilo, haciendo pespuntes
en tu espalda.
Bordo con color rojo
tus muslos calientes por el sol
lágrimas de sudor ruedan
por tus piernas hasta
llegar a tu cueva, buscando
la manera de hacer el puzzle
que me lleve a tus puntos de ensueño.
Mi diosa hecha de dulce de azúcar
quiero amarte con los ojos abiertos
para ver dibujado en tu cara el placer,
quiero oír tus jadeos por la marea de besos,
quiero poseerte, tenerte solo para mí.
Volamos hacía lugares
donde esta lujuria que nos envuelve
hace que tus mejillas sean el arrebol
para entrar en la noche.
Siento que esto es inconmensurable,
quisiera que esto que nos une con el hilo
rojo fuese infinito.
Lascivia y amor juegos eróticos entre los dos,
tú eres mi serendipia
mi amor más absoluto
la carne que deseo apretar hasta oírte gritar,
el placer que nace dentro de ti.
Esta agonía del orgasmo
hace que sienta mi cuerpo etéreo
dentro de ti, sintiendo la levedad
de tu boca en la mía, gritando: un te amo
La magia de la aurora respiró
nuestro aliento arropándonos
dejando que la noche se marchase,
cuerpos laxos llenos de la extrema
seducción y los fluidos que bajan
por nuestros muslos.
