NO ME RENDIRÉ
No me quise rendir
calles de noche en Granada
viento mortal que azota mi cara;
pero seguí andando por ti,
no, no, me quise rendir,
tenía que intentarlo.
Yo sigo mirando tu balcón
no quiero que me digas que estás genial
se ven las ojeras moradas en tu cara,
fui valiente en la calle de la cobardía
donde en la ventana estás tú clamando
al cielo: ella es mía.
Pero no lo soy, hace tanto tiempo
que olvidé como abrazarte;
me dijeron que te querías tirar
maldito cobarde, aquí me tienes,
yo subiré y si me tengo que lanzar
me lanzaré dentro de ti.
Fui valiente en esta ventana
de muerte y locura
no pude conocerte mejor,
abrazada a ti prometo no abandonar,
seguir este camino contigo e intentar
salvarte de la perdición de un carácter cobarde.
¿Por qué, yo?
Grito con el alma hecha trizas,
en silencio callaré
a corazón abierto te advierto
deja la cobardía y sánate
o me iré, simplemente desapareceré.
El amor no se alimenta de heroína.
