Dori Gómez
Paseo Mujer del kimono de colores, con qué donaire llevas la sombrill… bajo las bellas shakuras rosas tú pelo resalta su negro azabache.
Te he extrañado en este gran silencio, entre tu y yo. Suena aquella canción, no hablamos nada,
Se van los años tejiendo sus días han dejado retazos de recuerdos en esta alma mía.
La soledad me muerde con dureza, me arranca la carne, la saborea y… noche de ébano ni una luz en la calle. Hubo un día en
Y, si ella cometió un error o mil… da igual, todo quedó atrás por qué ella era madre y persona con un sufrimiento tangible dibujado con tinta como un tatuaje…
Ese cuerpo que juega vicioso provocativa e ingenua sonríes con tus piernas largas, un trasero firme espera mis manos. Y entre los dos quedó
Miro tu parpadeo bajo las alas del… deja un rastro brillante en mi mir… lágrimas en las arrugas desgarrada… Iré rompiendo cada minuto que muer… dentro de esas horas blancas.
¡Cuánto te echo de menos! Dime una palabra que entienda que también me piensas, adoro esos labios rojos me vuelvo loca cuando los miro.
Cubre la nieve la cabaña de troncos. Día de sol. Fluye el riachuelo entre la nieve blanca.
Tapiz de otoño espuma de las olas besan la arena.
Mi canción en llamas solo mía, clamando por saciar este hambre, que me mata en esta humedad del bosque,
Amigo mío, no creas que no te quie… no pienses que ya no estoy a tu la… me enamoré de él, pero tú eres mi… Déjame recitarte un poema de esos que te gustan
Hilo MI corazón al tuyo con hilos de plata mi piel a tu piel con hilos de pasión deseo y delirio
Mucho más allá del tiempo, más allá de la noche, a través de los sueños, en aquel lago, allí, te esperaré.
Cada vez que veo asomar por la esq… tu melena rubia me vuelvo loco por tocarla, el placer de amasar con mis dedos… esa ansiedad que me da por besarte…