HACIENDO EL AMOR BAJO LA LUNA
Con la luna ardiendo
al ver a los amantes
el mar se calentó
al ritmo de la marea lunar.
Allí bajo su luz te besé
por primera vez.
Tus manos como cuencos
rodeaban mis senos,
me hiciste estremecer
entre las palpitaciones
de mi cuello.
Tu hermoso cuerpo
iluminado en la noche,
como estatua de mármol,
me hace delirar de lujuria.
Mi hombre tu mirada
me taladra hasta el sentido;
el sabor de mis labios húmedos,
hace que me envuelvas en un
abrazo de místico deseo.
Somos un canto a la luz
desde nuestra piel unida
por hilos nacarinos de esa
luna que nos alumbra.
Fluyo en tus manos
eres lava ardiente, miras mi boca
entreabierta y susurras: quiero morir del todo,
dentro de tu sangre ardiente.
Usas tu espada candente,
y morimos en tu río caliente
y en el mío.
Fuimos pasión luminosa,
locura transitoria,
enamorados en plenitud.
Esa noche no reinó el astro,
reinaron los besos
en nuestras bocas dichosas.
