Cayó el aguacero sobre mí, la lluvia besó mi cara, y pensé en un refrán de mi abuela: cuando los sapos saltan, anuncian… y, aquel sapo había saltado
El cielo de Granada invita a las parejas a amarse bajo los naranjos. Bajo el cielo de Granada
Tonto y estúpido amor, ¿qué haré contigo? de ti solo tendré quebrantos, quizás mi amor solo sea un hologra… quizás solo es un estúpido
Flor que cautiva aromando el jardín, un jazmín níveo. La cerca blanca está envuelta en mil rosas,
Conocerte fue ver el sol dentro de mi pecho iluminando cada centímetro de mi corazón. Recuerdo tu pelo que mis manos deseaban amasar, acariciar
Se me fue borrando tu mirada. Olvidé que un día hacerte el amor era como hacer un ocho mil.
Todo duele, todo me asfixia, lágrimas rotas caen en pedazos sobre mi regazo. Toda por dentro
Deseo un amor que me quiera de verdad, que mis pestañas tiemblen solo al contemplarte Quiero un amor
Paso las horas mirando el teléfono... sé que no llamarás, siempre hay una excusa nueva, ya no recuerdas que tú existes porqué yo te doy vida
Cuando vuelvas ya no estaré me habré ido a algún lugar traspasando la frontera de la soledad.
Te he repetido hasta quedarme sin voz que soy tuya, tuya por siempre. Créeme cuando te digo que nunca he amado
Por la noche hablo al oscuro, iluminado por las estrellas, brillantes como cristales; donde la luz se refleja,
Tengo que conseguir salir de aquí, te besaré te amaré hasta morir encima de ti. Pero debo de continuar
cuando vuelvas ya no estaré me habré ido a algún lugar traspasando la frontera de la soledad.
Caminando por las calles tuve un déjá vu, sentí que había estado allí. Mis pasos resuenan en el empedrado,