Qué hago mirando el amor
si este se fue.
Miro por la ventana
gente que con indiferencia
pasea por la calle
escaparates de marcas caras
que nunca podrán comprarse.
Tiemblan mis pestañas
mi frente pegada a lo
empañados cristales,
él se fue, amor de mi vida,
te amé y te amo tanto...
Recuerdo tus besos
con tanta dulzura que la
miel se quedaba amarga,
besos que se iban
acelerando igual que la pasión
nuestra.
Tus manos acariciaban
lentamente mi cuerpo,
mis ojos cerrados sentían
aquel amor que desparramabas
sobre mí.
Ni una llamada, ni un WhatsApp,
una carta con el sobre color azul,
mi favorito, me miraba
diciendo: ¡ábreme, ábreme!
Pero el miedo me vencía.
Una lágrima cae
arde en mi mejilla,
queda colgando de mi comisura,
me siento morir y me ahogo
en el puto vaso de agua.
Miro la carta, la rompo
en mil pedazos, vuelan
como pequeñas mariposas.
Abro una cerveza y doy un trago,
él se fue, pero yo empezaré a vivir,
besaré mi corazón, mi alma,
me amaré hasta hacerme pedazos,
entra un rayo de luna
ilumina la oscuridad y sonrío.
Un día el dolor se irá, lo sé.