Lámpara que alumbras
los pocos versos que vuelan altos y se salvan
como un pájaro que la piel traspasa
y vuela del alma de una amante de papel mojado
una de esas, que espera como Godot la muerte
ensoñándose a lo divino con el otro
que con tristeza ya ni sueña...
Mirándolo sin fuerzas desde el olvido.
entre sus ramas más secretas,
tras haber dejado sin querer
más que un mundo de apariencias,
que se dispersa suavemente
en las leves notas de su silencio interior...
y en el breve vuelo del hombre pájaro
que sin saberlo a pesar de todo
sin quererlo,
se ha dejado consumir por su simple sombra...