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Amado mío, dame la rosa de ayer o…
Sólo clavándose en la sombra, chup… de la sombra, se logra hacer para… Grato es el aire, grata la luz; pe… y el que no ponga el alma de raíz,…
Si yo no hubiera sido..., ¿qué ser… en mi lugar? ¿Más lirios o más ros… O chorros de agua o gris de serran… o pedazos de niebla o mudas rocas. De alguna de esas cosas—la más frí…
Porque me amas más por mi arcilla que por mi flor; porque más pronto hallo tu brazo cuando desfallezco que cuando me levanto; porque sigues mis ojos a donde nadie se atrevió a seguirlos...
Yérguense entre la espuma de las o… como a través de un desgarrado enc… y en tropel van subiendo —antes qu… la marea—por los peñascos... Solas,
Tú, que amas un amor fantasma y que das un nombre a la niebla, a la ceniza de los sueños... Tú, que te doblas sobre ti misma como el sauce se dobla
Espejo de pacíficos y atlánticos pequeño mar dormido entre cristale… un palpitar de peces marca el ritm… de tu respiración... Burbujas de a… suben de las raíces de tu sueño,
No cambio mi soledad por un poco d… Pero es que el mucho amor también…
Señor que lo quisiste: ¿Para qué habré nacido? ¿Quién me necesitaba, quién me había pedido? ¿Que misión me confiaste?
Poesía, bestia divina y salvaje...…
No emplumaron tus sueños y ya quie… Y es que ellos se conocen las alas…
Todas las mañanas hay una rosa que… Tú, que te quejas de la traición c…
El beso que no te di se me ha vuelto estrella dentro. ¡Quién lo pudiera tornar —y en tu boca...—otra vez beso! Quién pudiera como el río
De amar mucho tienes la palabra qu… De amar mucho dejas amor en torno…
Amar la gracia delicada del cisne azul y de la rosa rosa; amar la luz del alba y la de las estrellas que se abren y la de las sonrisas que se alarga…